Surgido a mediados de la década de los sesenta e inspirado por los efectos de las drogas psicodélicas, el rock psicodélico cambió para siempre el mundo de la música al ser un género vanguardista en el que a menudo se utilizan nuevos efectos y técnicas de grabación.
Bandas legendarias como The Beatles, Pink Floyd, The Doors y The Beach Boys fueron los principales abanderados del género hasta convertirlo en un movimiento internacional que, aún después de la disolución de estos grupos, siguió evolucionando y extendiendo su influencia hasta convertirse en lo que hoy denominamos como neo psicodelia, un producto del rock psicodélico que incorpora elementos de otros géneros como el shoegaze, rock alternativo, rock espacial y dream pop.
A pesar de que el rock psicodélico y la neo psicodelia han perdido un poco de terreno dentro del panorama musical internacional, cada año salen nuevos discos y surgen nuevos proyectos que refrescan el movimiento y lo mantienen vigente. Este año aparecieron en el radar nuevas bandas como BALTHVS y TangoWhiskyMan que con su sonido hipnótico llevaron la psicodelia a nuevos horizontes. También agrupaciones ya conocidas como King Gizzard & The Lizard Wizard, The Brian Jonestown Massacre y Beach House publicaron nuevas producciones con las que confirmaron su estatus casi sagrado dentro del género.
Sin más preámbulos, estos fueron los 10 mejores discos de rock psicodélico y neo psicodelia de 2022.
10. Cause & Effect – BALTHVS
En su segundo disco de estudio, BALTHVS retoma sus raíces colombianas para crear un mezcla homogénea de sonidos latinos con pinceladas de psicodelia, vaporwave y deep house, combinación que por momentos nos rememora a otros proyectos como Khruangbin. De esta forma, Cause & Effect transporta al oyente a un bosque tropical en el que la diversidad musical de Latinoamérica se hace presente hasta convertirse en la verdadera protagonista.
9. Fire Doesn’t Grow On Trees – The Brian Jonestown Massacre
A lo largo de sus 30 años de trayectoria, The Brian Jonestown Massacre ha desarrollado un estilo muy definido, que retoma la esencia del rock psicodélico y rock clásico de la década de los sesenta para transportarla hasta el presente. En Fire Doesn’t Grow On Trees la banda originaria de San Francisco continúa con su constante rescate del clásico rock psicodélico, sin embargo, también incorporan a su paleta musical sonidos provenientes del shoegaze y post-punk que refrescan su identidad a pesar de no alejarse demasiado del sonido que ya han establecido en sus anteriores producciones.
8. Everything Was Beautiful – Spiritualized
Haciéndole justicia a su propio título, el noveno material de larga duración de Spiritualized construye a través de siete canciones una atmósfera de ensueño en la que todo parece ser posible. El balance entre rock psicodélico y rock espacial forma una especie de lugar seguro en el que podemos reflexionar sobre nuestra vida e imaginar mejores futuros.
Lejos está de ser la mejor producción de Jason Pierce y compañía, y aún así la nostalgia de su sonido convierte a Everything Was Beautiful en un disco extasiante.
7. Magma – Black Flower
Mezclando jazz y psicodelia con ritmos africanos, e influenciados por la música de artistas como Mulatu Astatke y Fela Kuti, el quinteto originario de Bélgica creó en su más reciente disco una pasta musical increíblemente estimulante para nuestros cinco sentidos, y que, como el magma, se vuelve cada vez más sólida al tocar la superficie.
6. Sphere – Snake & Jet’s Amazing Bullit Band
Uno de mis grandes descubrimientos musicales de este año fue Snake & Jet’s Amazing Bullit Band. Esta banda de origen danés, conformada por Thor Rasmussen y Thomas Frederiksen, comenzó su historia en el año 2003, y después de publicar algunos EP’s de forma independiente, firmó contrato con la disquera Crunchy Frog, con la que sacaron sus primeros tres discos de estudio: X-Ray Spirit (2007), Peace Boat (2009) y Stuff That Rotates (2012). No obstante, justo cuando parecían estar en la cúspide de su evolución, el dúo se tomó un largo descanso de los estudios y para escuchar su cuarto álbum tuvimos que esperar 10 años.
Afortunadamente la espera valió la pena, pues Sphere no solo es un regreso potente y desenfrenado, sino también es un disco que continúa con la metamorfosis del grupo al dibujar sonidos lisérgicos y pantanosos claramente influenciados por bandas legendarias del género, como Jethro Tull y 13th Floor Elevators, hasta llevar su identidad a un nuevo nivel.
5. Wilderness of Mirrors – The Black Angels
Aunque The Black Angels parte de la fórmula más clásica del rock psicodélico, su cuarto disco titulado Wilderness of Mirrors goza de mucha identidad y frescura debido a sus guitarras texturizadas, su batería trepidante y a los precisos arreglos de cuerda y mellotron, que se combinan a la perfección con la peculiar voz de Alex Maas, quien se atreve a cantar a lo largo del disco sobre temas políticos, relaciones amorosas y problemas ambientales.
4. The Wait – TangoWhiskyMan
El segundo disco de TangoWhiskyMan titulado The Wait, es la descripción perfecta de un viaje lisérgico sin retorno. Desde su enigmática portada, protagonizada por un brujo, un conejo y un burro con manos humanas, el álbum mete al escucha en un trance espacial capaz de hacerlo atravesar por diferentes estados mentales gracias a sus mágicos sintetizadores, que por momentos nos rememoran a las etapas más psicodélicas de Pink Floyd, Tame Impala y MGMT, y al krautrock alemán de agrupaciones como Kraftwerk y Tangerine Dream.
3. Reset – Panda Bear & Sonic Boom
Aunque Panda Bear y Sonic Boom han cruzado sus caminos en diferentes ocasiones, este año por fin lanzaron su primer álbum colaborativo titulado Reset, que está conformado en buena parte por samples impregnados de psicodelia de diferentes canciones pop de los años cincuenta y sesenta. A pesar de ser su disco debut, la química que tienen ambos músicos hace que Reset sea un trabajo sobresaliente y adictivo desde su primera escucha.
2. Ice, Death, Planets, Lungs, Mushrooms and Lava – King Gizzard & The Lizard Wizard
Como si no hubieran sido suficientes los dos discos que publicaron a principios de 2022, la banda australiana King Gizzard & The Lizard Wizard anunció en junio que tenía planeado lanzar tres discos más a finales del año. Precisamente el primero de esta tanda de álbumes fue Ice, Death, Planets, Lungs, Mushrooms and Lava, que fue construido a partir de largas horas de improvisación en el estudio durante siete días.
A pesar de haber llegado al estudio sólo con los títulos de las siete canciones que conforman el álbum, la banda liderada por Stu Mackenzie creó una producción de más de una hora de duración, en la que forman una especie de híbrido entre el rock progresivo, el rock psicodélico y el jazz fusion que no solo se inserta con mucha naturalidad en su paleta sonora, sino también destaca por ser su disco más colaborativo hasta la fecha.
1. Once Twice Melody – Beach House
Luego del éxito que consiguieron con sus anteriores producciones, el dúo conformado por Victoria Legrand y Alex Scally parecía haber alcanzado la cúspide de su carrera. Sorprendentemente, este año publicaron el que es, y por mucho, su álbum más ambicioso en toda su larga y fructífera discografía, Once Twice Melody, compuesto por 18 canciones y por casi una hora y media de material musical.
Al ser un disco que se desenvuelve sin prisas ni ataduras, Once Twice Melody es el material menos accesible de Beach House, sin embargo, también es en el que mejor se desarrolla toda la riqueza sonora del dúo, pues a lo largo del álbum se pueden escuchar canciones con diferentes estilos y estructuras musicales —algunas sin batería, otras con arreglos de cuerda, y unas cuantas enfocadas en la guitarra acústica— hasta llevar su característico dream pop y pop psicodélico a terrenos nunca antes vistos.