El segundo mes del año estuvo cargado de grandes discos, encabezado a nivel internacional por el esperado regreso de Gorillaz con su disco Cracker Island, y por el tercer álbum de la banda británica shame, titulado Food for Worms. También aparecieron en escena nuevos proyectos como Marlene Ribeiro y The WAEVE, banda formada por Rose Elinor Dougall y Graham Coxon.
Estos fueron los mejores discos de febrero:
Cracker Island – Gorillaz
La primera banda virtual de la historia liderada por Damon Albarn, Gorillaz, regresó con su noveno álbum de estudio bajo el cobijo del productor de pop, Greg Kurstin. Cracker Island está plagado de colaboraciones en las que Stevie Nicks, Thundercat, Beck, Adeleye Otomayo, Tame Impala y Bad Bunny se llevan todas las miradas y oídos del público.
El sonido de la agrupación británica se caracteriza por la constante evolución a lo largo de los años. Mientras que encontramos un poco de rap, dub, electrónica y sonidos de África y Medio Oriente, al mismo tiempo, podemos percibir en su último trabajo sonidos de psicodelia, funk, e inclusive, reggaetón.
Por: Ricardo Hernández.
Toquei no sol – Marlene Ribeiro
Tras visitar a su abuela materna llamada Emilia y conocer su historia de vida, la artista portuguesa Marlene Ribeiro, también conocida como Negra Branca y por formar parte de la banda GNOD, tomó la decisión de abrir un nuevo capítulo en su carrera y grabar su primer material discográfico bajo su propio nombre. «Emilia terminó emocionándose de que yo pudiera grabar cosas en ese momento y, una noticia total para mí, me dijo que solía cantar mucho cuando era más joven hasta el punto de que le ofrecieron tiempo en el estudio, sin embargo, lo rechazó porque tenía miedo de lo que eso podría implicar en aquellos tiempos», declaró Ribeiro antes del lanzamiento del disco.
Toquei no sol está compuesto por seis canciones en las que además de rescatar la voz de su abuela («Quatro Palavras») e incorporar sonidos de su propia cocina y jardín, («Sangue de lua de lobo» y «Forever»), también retoma ciertos elementos del dream pop y ambient pop para crear un sonido hogareño y de ensueño; una especie de pintura sonora surrealista en la que todo resulta familiar y desconocido al mismo tiempo.
Por: Luis Felipe Maceda.
This Stupid World – Yo La Tengo
El trío de oro de Hoboken, Nueva Jersey, regresó triunfante a la palestra musical para enmarcar un trabajo redondo guiado por las guitarras clásicas de Ira Kaplan, el bajo poderoso de James Mcnew y la batería sónica de Georgia Hubley. This Stupid World tiene los ingredientes de un álbum de shoegaze con largos pasajes de krautrock.
Yo La Tengo es una banda asíncrona en la historia de la música. Al parecer, sus creaciones no tienen fecha de vencimiento en el imaginario de sus fanáticos y, al mismo tiempo, su nueva audiencia percibe un sonido fresco que trasciende generaciones.
Por: Ricardo Hernández.
Islands in the Sky – Death Valley Girls
Desde hace casi una década, Death Valley Girls ha retomado el sonido clásico del rock psicodélico y lo ha llevado a nuevas latitudes gracias a sus riffs de guitarra lisérgicos, que por momento nos rememoran a bandas como King Gizzard & The Lizard Wizard, y letras extravagantes, interpretadas con mucha pasión por Bonnie Bloomgarden, que nos inducen a un estado de trance e introspección.
Aunque en su cuarto disco de estudio, Islands in the Sky, la banda originaria de Los Ángeles no intenta experimentar con nada nuevo, sí consiguen solidificar su sonido y establecerse como una de las bandas de rock psicodélico más sobresalientes de la última década. Canciones como «California Mountain Shake», «Magic Powers» y «All That Is Not of Me» son fieles testigos de esta evolución.
Por: Luis Felipe Maceda.
Prime – Christian McBride & New Jawn
Prime tiene una base de jazz en todas las canciones que lo conforman, sin embargo, al mismo tiempo, es una combinación de sonidos contemporáneos que dotan de frescura al trabajo de Christian McBride, bajista de jazz norteamericano ganador de cinco Grammys, que además ha colaborado en distintas agrupaciones desde la década de los noventa.
La banda está conformada por músicos experimentados como: Christian McBride en el bajo, Josh Evans en la trompeta, Naisheet Waits en la batería y Marcus Strickland con un saxofón tenor y un clarinete bajo. Como era de esperarse, la unión de diferentes virtuosos del jazz catapulta un trabajo sólido y lleno de pasión.
Por: Ricardo Hernández.
Food for Worms – shame
«No creo que puedas estar en tu propia cabeza para siempre». Estas fueron las palabras que el vocalista de shame, Charlie Steen, declaró antes del lanzamiento de Food for Worms. Palabras que describen con mucha certeza la dirección que tomaron en su tercer álbum, pues si en sus anteriores trabajos se preocupaban principalmente por hablar de sus conflictos personales y su paso hacia la adultez, en su nueva producción reflexionan sobre las personas que están a su alrededor y la amistad que los cinco miembros del grupo han forjado a lo largo de su carrera.
«Es raro, ¿no? La música popular siempre trata sobre el amor, el desamor o sobre ti mismo. No hay mucho sobre tus compañeros. En muchos sentidos, el álbum es una oda a la amistad y una documentación de la dinámica que solo cinco personas que han crecido juntas, y tan unidas, contra viento y marea, pueden compartir». Charlie Steen.
Por: Luis Felipe Maceda.
The WAEVE – The WAEVE
The WAEVE está conformado por los músicos ingleses, Rose Elinor Dougall, ex miembro de The Pipettes, y por Graham Coxon, guitarrista de Blur. Por supuesto, la combinación de dos músicos excepcionales tenía que florecer en un trabajo de su talla, y The WAEVE no es la excepción.
El álbum debut y homónimo de la banda británica tiene las raíces de sus creadores. Sin embargo, las ondas sonoras están acompañadas en gran parte por un saxofón estrepitoso, un piano, muchos sintetizadores y, al mismo tiempo, la clásica guitarra del britpop que, aunque tiene una participación mínima, es guiada a un nuevo terreno lleno de letras profundas y nostálgicas.
Por: Ricardo Hernández.
We Are Still Wild Horses – MF Tomlinson
Aunque la carrera de MF Tomlinson es relativamente corta, su evolución como compositor ha sido sobresaliente. En 2021 ya nos había sorprendido con su álbum debut, Strange Time, y su acid folk y chamber pop que se llevó el reconocimiento de la crítica especializada. Ahora, dos años después, el músico británico regresó con We Are Still Wild Horses, material que MF Tomlinson comenzó a trabajar casi inmediatamente después de la publicación de su disco debut, en una época que él describe como «posterior al año en que todo cambió».
El resultado final desembocó en un material que nos sumerge en una profunda tristeza y melancolía, sin embargo, también nos muestra el final del abismo para salir de la crisis que hemos vivido en el último par de años y, finalmente, elevarnos hasta el cielo. Sin duda, MF Tomlinson es uno de los mejores compositores de su generación y We Are Still Wild Horses será uno de los mejores discos del 2023.
Por: Luis Felipe Maceda.
