«¿Qué harás cuando Dios muera» Cine sucio y ruidoso. La entrevista con el director Hugo Villaseñor

El pasado fin de semana se estrenó ¿Qué harás cuando Dios muera?, el primer largometraje del director Hugo Villaseñor, en el marco del FICUNAM. La película, por su trama y naturaleza cruda e incómoda, ha generado diversos tipos de reacciones en el público, mismas que van desde el odio y asco encarnizado, hasta la celebración y disfrute. En una plática muy interesante, Hugo Villaseñor me habló de su vocación por el cine, las películas que le gustan, cuál es su intención al hacer cine y qué tipo de películas mexicanas detesta. Aquí sus palabras:

¿Cómo te has sentido con las reacciones sobre tu película?

Ha sido bien interesante, sobre todo que la gente la vea. Está padre que hay gente que la detesta, gente que le gusta, entonces creo que está interesante que el público empiece a involucrarse con la historia y sobre todo que la vean. Estoy contento por eso.

Respecto a la división de opiniones que ha generado la película ¿Qué piensas tú como realizador cuando una película se enjuicia únicamente a partir de parámetros morales?

Me parece interesante, lo respeto y puedo comprenderlo pero creo que es una manera un poco limitada de ver una película. Al final lo he aclarado en otras entrevistas o con personas que me mandan mensajes, mi película no es un statement, no significa que yo pienso así, que así tiene que ser, así tienen que tratar a los seres humanos, particularmente a las mujeres. No, al contrario. Al final la película está haciendo una crítica y la idea es poner sobre la mesa un tema bastante normalizado pero que realmente tenemos que cambiar. No es mi discurso, yo no pienso así, la película no hace una apología ni promueve las actitudes. Quien la ha visto puede decir que al final ningún comportamiento se enaltece. Al final queda en cada espectador su valoración pero me gustaría que al acercarse a la película lo hagan sin prejuicios.

¿Tenías una intención de provocar con esta película?

Pues no es como que «ay voy a ser transgresor y a ver con qué los voy a molestar». Al final soy mis circunstancias, esta película llevo años haciéndola a nivel discurso. Las cosas que he vivido, los cambios de la ciudad, el país. Evidentemente era consciente de ciertos elementos de la película y sabía lo que iban a detonar, pero más que hacerla con una intención de impactar, la película tiene una intención de mostrar lo que me preocupa. Y la película no es la verdad, es la percepción de Hugo Villaseñor, tal vez un privilegiado de clase media que vive de otra manera pero tiene una angustia por todos los elementos que conforman la película. A final cada quien tomara sus conclusiones.

«¿Qué harás cuando Dios muera» Cine sucio y ruidoso. La entrevista con el director Hugo Villaseñor

Respecto a tu carrera cinematográfica, me gustaría saber ¿Cuándo decidiste que querías hacer cine? ¿Y cuáles fueron tus razones para hacerlo?

A lo mejor suena a cliché pero mi razón fue querer expresarme. En el cine encuentro una herramienta bastante poderosa. También dibujo y escribo, pero el cine me parece impactante porque tiene imagen en movimiento, tiene sonido y puedes combinar varias artes. Tengo 35 años y desde que tenía 11 años, ni sabía bien qué era, pero yo quería hacer películas porque vi Naranja Mecánica y me quedé traumado y desde entonces he tenido la intención de hacer películas.

Una vez que lo decidiste ¿Tuviste alguna formación académica para realizar cine?

Yo estudié en una escuela de cine pero era una escuela donde no necesariamente nos enseñaban aspectos técnicos. Por ejemplo en el CUEC o en el CCC hay clases de dirección, guionismo, etcétera. En cambio nosotros teníamos filosofía, historia del arte, de la música y como había cosas que no me gustaban pues también en la escuela aprendí a desaprender. Aprendí a pensar por mí mismo. Nos enseñaban las películas clásicas pero yo buscaba otro tipo de cine que no necesariamente me enseñaban en la escuela pero por el cual yo me sentía atraído. Por ejemplo el cine de Werner Herzog, Fassbinder, Harmony Korine, Larry Clark, todos esos cineastas que me han formado.

Ahora que mencionas a Larry Clark, en tu película hay un momento en el que coqueteas con el formato documental y tenemos a la cámara deambulando por parques skates y preguntándole a los adolescentes qué opinan del amor. ¿Qué tanto te marcó la forma de Larry Clark para hacer cine?

Esa escena en específico no la hice con la conciencia de homenajearlo, pero Kids es una película que está en el hueso para mí, entonces ¿Qué harás cuando Dios muera? en su totalidad es una especie de homenaje para Larry Clark. Me gusta muchísimo cómo transmite toda esta suciedad de Nueva York. Y además toda esta cultura como del no glamour. Estamos acostumbrados a que el cine es la fábrica de sueños y todo es perfecto y hermoso y pues Larry Clark nos mostró que es todo lo contrario. El cine también puede ser el cine de las pesadillas, de la realidad, el cine de la no condescendencia y ese espíritu se transportó a mi película porque yo quería hacer una película sucia, ruidosa, que incomodara.

Al respecto, la cámara y todo lo visual transmite esa rasposidad qué mencionas ¿Cómo fue tu elección de la estética de la fotografía para la película?

Traté de meterle muchos elementos plásticos con la intención de generar ruido, que fuera sensorial en el sentido que llegara a molestar. No precisamente es una película bonita. Para la fotografía utilicé grano reventado y con eso busqué representar el interior de los personajes. También quise mostrar a la ciudad. Esta ciudad que yo amo pero que es como un monstruo gigante, hermoso pero que si nos distraemos puede devorarnos. Entonces toda esta imagen del grano reventado, los dibujos y la música muy urbana sirve para representar algo sucio porque me choca el cine aséptico de ahora. El cine tan limpio, tan perfecto, con personajes que nunca se equivocan al hablar, escenas sexuales llenas de glamour, de mentira, sábanas mágicas, pechos tapados y muy rara vez desnudos frontales masculinos. Entonces yo quería hacer todo lo contrario a eso porque también ese es el cine: sucio, ruidoso, imperfecto.

«¿Qué harás cuando Dios muera» Cine sucio y ruidoso. La entrevista con el director Hugo Villaseñor

En ese sentido la película logra ser muy punk, pero también desde la preproducción y la filmación la película inspira mucho porque parece partir de un espíritu muy DIY (Hazlo tú mismo) ¿Cuánto tiempo tardaste en realizar esta película?

La película se hizo en el 2018. La grabamos en siete días evidentemente por el presupuesto tan raquítico. Pero pues era una película que se tenía que hacer así, no tiene el apoyo del gobierno ni nada. De hecho grabábamos cosas sin permiso. Como no había dinero pues ni siquiera pagábamos el seguro del equipo técnico, había muchos riesgos, pero era la única forma que podíamos hacer esa película en siete días. La post producción fue un proceso un poco más largo, porque hay que hacer corrección de color, diseño sonoro y todos esos elementos que empiezan a encarecer la película pero afortunadamente hubo gente que se unió porque les interesó, aportó en especie y pudimos terminarla.

La película logra retratar muy bien ese estilo de no glamour y tiene un par de escenas muy incómodas, la de Güero masturbándose con la ropa de su novia y una de Ximena orinando a Güero. ¿Nos puedes contar la intención detrás de esto?

Güero es un hombre machista, un tipo misógino. Y en esa escena de la masturbación pues representa a una generación que ni siquiera coge. Y cuando coge es de una manera violenta. Él tiene a su novia pero en esa escena él la cosifica, la ve como un objeto y metafóricamente para él es eso, un recipiente. La parte donde ella le orina encima pues al final se trata de dos personajes que son animales, son salvajes. Tienen una relación de codependencia, es algo tóxico. La historia no es de amor, sino todo lo contrario. Son personajes que se están aferrando a un amor marchito y es una especie de juego de poder. Son caníbales metafóricos y se van devorando el uno al otro. El hecho de que ella se mantenga con él no quiere decir que yo esté fomentando el abuso o la violencia, simplemente estoy mostrando que a veces nos podemos meter en relaciones tóxicas, en abismos.

¿Son personajes al final solos, que se mantienen por comodidad, o quizás por miedo del futuro?

Estos personajes tienen un miedo a la vida. Un miedo al futuro. Un miedo a las incertidumbres, no tener trabajo o que no te guste. Miedo a las promesas no cumplidas de la generación millenial: «Vas a ser el próximo rockstar, el salvador del cine mexicano». Y al final son promesas que no llegan, que no se cumplen. Y te das cuenta de que estamos en un sistema social y político complicado. Entonces al final mis personajes representan eso, tienen miedo a vivir. Tienen actitudes infantiles y no se desarrollan porque no quieren tener las responsabilidades de un adulto. ¿Qué harás cuando Dios muera? es una película que habla sobre el miedo a crecer, el miedo a tomar las responsabilidades de un ser humano. Prefieren mantenerse en un infierno que conocer otra cosa, la incertidumbre de lo desconocido o del futuro.

¿Cuál crees que sea el detonante para este miedo y vacío de una parte de la generación?

Realmente no lo sé. Lo único que podría decirte es la incertidumbre. Al momento de escribir y pensar la película yo me sentía un poco como Güero y Ximena, afortunadamente no a esos niveles. Creo que lo que tenemos ahora es incertidumbre pura. Tenemos Instagram, redes sociales, bailamos en tik tok, nos dan likes en Instagram, podemos ser medio famosos en internet. Tenemos esa «comodidad». Pero realmente pareciera que no tenemos nada. Creo que la situación que estamos viviendo actualmente es preocupante y la mayoría de los jóvenes estamos aturdidos, confusos y tenemos miedo al futuro. Como el eslogan de la película: Puede que no haya futuro, no sabemos qué nos depara.

«¿Qué harás cuando Dios muera» Cine sucio y ruidoso. La entrevista con el director Hugo Villaseñor

La película logra transmitir muy bien ese miedo y la incertidumbre de crecer en esta ciudad. Y en gran parte lo logra gracias a la elección musical. ¿Cuál fue tu idea para esta selección musical? Y cómo llegó a aparecer Belafonte Sensacional en la película?

Yo quería hacer una película chilanga y urbana. Que pudiera sudarse la ciudad. Entonces escogí a estos artistas: Teresa Cienfuegos, Los Negretes, Belafonte Sensacional porque amo su música y me parecen poetas urbanos realmente y transmite muy bien toda esta furia y desesperanza de la Ciudad de México.

Israel de Belafonte Sensacional es amigo mío, admiro su música, lo quiero mucho y quería que apareciera en la película, en la secuencia de los videojuegos, como si fuera una especie de sabio o de Dios que tiene un mensaje que dar pero no lo escuchan porque están preocupados con el videojuego. «Lo hice por el punk» para mí es un lema y eso encierra la película. Yo la hice por el punk. Por el cine. Y mis personajes por las razones que hayan tenido, porque aunque podamos ser una generación pasiva, de alguna manera también podemos ser una generación que podemos echar toda la carne al asador y aventarnos al abismo. Estas bandas representan muy bien cierta visión del chilango al vivir en esta hermosa selva de asfalto.

En la película hay un skate que canta una canción que dice: si hubiera algo que pudiera entretenerme, sea una pastilla o una droga, la tomaría sin pensarlo yo dos veces…  pero fue imposible de rastrear en internet. ¿Sabes de quién es?

Mira, eso estuvo bien chido porque el chavo se llama Fernando. Con ellos yo tenía la idea de que rapearan algo: le pregunté si sabía rapear y dijo que sí, pero ya cuando tuvo la cámara enfrente dijo que le daba pena rapear pero que tenía una banda de punk y podía cantar la única canción que tenían compuesta. Yo no sabía de qué trataba la rola ni nada, sólo quería tener a alguien cantando espontáneamente. Nunca se ensayó y cuando la canta ni se la sabe bien el güey. Hay partes que se le olvidan, pero me gustó porque al final queda muy bien con la película y es una coincidencia increíble. No sé cómo se llama la rola ni la banda, me dijo que la tenía apuntada en servilletas nada más. Entonces para mí es como una especie de poema que quedó inmortalizado en la película.

¿Cuál es tu relación con el cine nacional?

Me gusta mucho el cine de Carlos Reygadas. Me gusta mucho también lo que está haciendo Nicolás Pereda, Amat Escalante. Nicolás Pereda es uno de los que tengo más presentes porque para mí fue una inspiración el que me enseñara que se pueden hacer historias de tus experiencias. Como muchos jóvenes, yo viví mucho tiempo pensando que no podía hacer una película de lo que me pasaba porque mi vida era bien aburrida, no hay mucha acción. Pero el cine de Pereda y otros directores que trabajan con lo cotidiano nos hacen darnos cuenta de que también nuestras historias son dignas de contarse. Y también nos enseñan que el cine no es únicamente entretenimiento. Puede serlo, claro, y está muy padre pero creo que el cine también tiene otros alcances. Puede ayudarnos a reflexionar y mostrarnos otra realidad. El cine no es un changuito cilindrero, también puede hacernos preguntas, puede confrontarnos y mostrarnos cosas que no nos gustan y tal vez nos incomoden.

Veo ¿Qué harás cuando Dios Muera? como una película punk en el sentido de lo rebelde, que no es condescendiente. Y entiendo también que no vaya con la norma o la corriente del cine nacional actual, pero eso es algo que también quería. Odio varias de las películas que se hacen ahora mismo en México porque parece que las hace el mismo director, el mismo director de fotografía. Se ven igual, suenan igual, todo es perfecto. La ciudad de México se limita a Polanco y a la Roma, todos son ricos, hermosos. Esta película es un desafío, mencionar que también estamos aquí, no somos rockstars pero también hacemos cine y que las historias simples también son dignas de ser contadas. El cine hollywoodense nos ha hecho creer que el cine tiene que ser siempre emocionante, que tiene que salvar al mundo. Pero nunca vemos la vida cotidiana y también eso es la vida.

Hugo, si tú hubieras estado dentro del parque skate y te preguntaran ¿Qué es el amor? ¿Cuál sería tu respuesta?

Mi respuesta sería muy parecida a la de los personajes y más conciso: No sé qué es el amor. Estoy igual que ellos. Me parece algo muy complicado, tal vez eso sea triste pero no lo sé. Te podría decir una frase hecha, un lugar común, que el amor es lo que mueve al mundo y que es lo que necesita un ser humano. Pero también hay otra parte más nihilista que me hace pensar que uno de los problemas de las películas románticas es que nos han educado, a la civilización occidental al menos, para hacernos creer que el amor debe de ser de tal forma y sólo se limita a la etapa del enamoramiento. Simplemente creo que el amor es una fuerza de la naturaleza que puede ser hermosísima pero que también puede ser devastadora y brutal.

Ahora que lograste tu primer largometraje y participas en el FICUNAM ¿Qué significa esta película para ti? ¿crees que haya un futuro en la vida?

Sí, totalmente. Esta película habla de cómo me sentía en el 2018. Ya es 2021 y afortunadamente he crecido. En ese entonces me habían pasado cosas, tuve un problema familiar muy fuerte y yo estaba perdido, me sentía con miedo y sin futuro. Ahora han cambiado las cosas. Realmente creo que hay futuro y cada uno tenemos la forma de encontrarlo dentro de nuestras posibilidades. Cuando me seleccionaron en FICUNAM neta no lo creía, lloré. Cumplí un sueño al hacerla porque es mi convicción, contar historias. Entonces me siento muy honrado y contento por todo esto, estoy muy feliz, la verdad. Al final para superar el miedo hay que crecer. Darnos cuenta de que estamos encerrados en una burbujita y que puede estar muy nublado pero que también va a salir el sol. La vida es eso. Ir cambiando y crecer. Algo que los personajes de la película no hacen y por eso viven y hacen lo que hacen. La vida es una cumbia que quiero seguir bailando.

¿Qué viene para tu futuro? ¿Seguirás haciendo cine?

Estoy haciendo otro proyecto. Tiene mucho de la Ciudad de México. Va a ser una película que está combinada documental y ficción. En ¿Qué harás cuando Dios muera? ya coqueteé con el documental pero aquí será de manera más concisa porque me encanta la Ciudad de México y me parecen maravillosas todas las virtudes y defectos. Me gusta hablar de personajes marginales, no en el sentido despectivo, sino aquellos que están al margen, despreciados y no vistos. La siguiente película va por ahí, retratará varios personajes socialmente despreciados o incomprendidos pero que tienen una belleza apabullante.

Escrito por

Alberto Martínez

Estudié Letras pero ahora llevo una vida más sana: veo películas y escribo. Me gusta el Rock, los cigarros y leer.