En Buenas Manos es una película humana, bien documentada y muy necesaria para terminar de comprender lo desgastante que puede llegar a ser un proceso de adopción.
En los últimos cinco años han surgido una cantidad increíble de películas que hablan sobre la adopción y todas sus consecuencias. Empezando con la oscura cinta española titulada La Adopción (2015), siguiendo con la conmovedora película Lion (2016), que estuvo nominada a un premio Oscar en la categoría de Mejor Película en 2017, continuando con el filme protagonizado por Michael Fassbender, The Light Between Oceans (2016), y terminando con la innecesaria, pero exitosa película Familia Al Instante (2018).
Sin embargo, ninguna de estas cintas ha tenido la sensibilidad y, sobre todo, la documentación suficiente para poder desmenuzar y plasmar de manera tan profunda todo el panorama que rodea a las personas que viven en carne propia un proceso de adopción. Y es precisamente este carácter humano e informativo, que por momentos adquiere tintes de documental, lo que vuelve tan especial a En Buenas Manos, la segunda película de la directora Jeanne Herry.
En Buenas Manos sigue la historia de Theo, un bebé recién nacido que es entregado por su madre biológica a un programa de adopción. Enseguida, los servicios de ayuda social y de adopción se ponen en marcha: unos deben encargarse del bebé en esta fase de incertidumbre y los otros deben encontrar a la que se convertirá en su madre adoptiva. Dentro de todos los candidatos, Alice (Élodie Bouchez) es la elegida, y a lo largo del filme somos testigos de ese conmovedor encuentro entre una futura madre y un bebé que jamás ha conocido un hogar.
Aunque En Buenas Manos tiene todos los ingredientes para convertirse en un típico drama envuelto en un discurso moral bastante inoportuno, es gracias al cuidadoso trabajo de investigación y documentación que realizó la cineasta Jeanne Herry que la película toma su propio rumbo y ritmo desde el inicio, evitando en todo momento hacer un juicio de valor acerca de las decisiones que toman sus propios personajes.
Sin duda, el hecho de que el filme trate el tema de la adopción desde diferentes realidades, es decir, desde la perspectiva de la madre biológica; del bebé que está en adopción; de las personas que trabajan en conjunto para encontrar a la madre adoptiva ideal; y de la futura madre que anhela y desea un hijo desde años, hace que la película se vuelva más compleja y sensible. Pero con la mirada imparcial y respetuosa de su directora resulta más efectiva.
La manera orgánica de crear nuevos modelos de familia se siente fresca y atractiva. Ver a un personaje masculino, como el de Jean (Gilles Lellouche), cargando tiernamente a un bebé y haciéndose cargo de las tareas del hogar de manera tan natural es algo que debemos de ver más a menudo en pantalla, y que el filme también traté el tema de las familias monoparentales es de aplaudir, considerando que cada vez es más común ver este tipo de familias por todo el mundo.
Es cierto que el drama que envuelve y une la historia se siente forzado y la actuación de Élodie Bouchez es, por momentos, un poco exagerada, pero la película reconoce sus falencias y sabe sobreponerse a cada una de ellas, en especial, cuando toma en serio su papel informativo y abandona por completo el drama para transformarse en una especie de documental.
La puesta en escena es bastante simple y sencilla, ideal para un retrato tan natural como este, lo que sí flaquea por grandes lapsos es la fotografía, que no acompaña ni construye los decibeles emocionales que hay en toda la película. Y ni hablar del soundtrack, que es demasiado dramático y rompe completamente con la armonía y la tónica general de la cinta.
Quizá tenga que alejarse del drama para cumplir su verdadero objetivo y hacer llegar su mensaje al público, pero a pesar de ello, En Buenas Manos es un filme libre de prejuicios, hecho con mucha inteligencia y que ofrece una mirada completa, realista y necesaria que nos ayuda a terminar de comprender las verdaderas condiciones de un proceso de adopción. No será perfecta, pero por el momento es la película definitiva en materia de adopción.
