Extrañamos un poquito las micheladas, nada más eso.
El municipio de Texcoco, ubicado en el Estado de México, recibió como cada año el Texcoco Beerfest 2022. Durante dos días, propuestas musicales y artesanos de la cerveza convivieron para crear un festival lleno de buen ambiente y cientos de litros de cebada.
Uno de los puntos fuertes de este festival, fue la propuesta musical, pues tuvieron algunos headliners ya reconocidos en el imaginario colectivo de los mexicanos, como lo son Little Jesus y Simpson Ahuevo, pero también se unieron otras bandas que pisan fuerte en la escena, como Molinette Cinema y Los Telecasters.
A pesar de algunos fallos, la calidad de sonido estuvo bastante bien, eso nunca agüitó a los fanáticos de las bandas que gritaron a todo pulmón sus canciones favoritas.
Y a la hora de elegir una bebida refrescante, muchas eran las propuestas, desde marcas centradas en el lujo y la extravagancia hasta las más locas que se puedan imaginar, ¿cuál era la mejor?, eso ya es de gustos, pero el ambiente fraternal entre artesanos de la chela se sintió a todo lo que da.
Por momentos si extrañamos los vasitos escarchados, necesarios para hacer una buena michelada, pero sabemos de ante mano que no era el propósito del evento y algunos puristas de la cerveza nos odiarán por estas declaraciones, sin embargo, hubo otras variantes que se agradecieron mucho, como la venta de hidromiel, pulque y hasta licua chelas.
Un punto que, si estuvo bien raro y hasta cierto punto peligroso, fue el de permitir envases de vidrio en el área de conciertos, por momentos a la banda se le subió la euforia y se hicieron presentes los típicos vasos voladores con líquidos de dudosa procedencia, por suerte a nadie se le ocurrió aventar una botella, aunque el riesgo estuvo ahí.
Por otro lado, el spot fue lo suficientemente grande para alojar a toda la banda que se lanzó a Texcoco, en ningún momento se sintió saturado y la sana distancia era posible, ya saben, por eso del coronavirus.
El área de comida estuvo siempre ambientada por un DJ, y también había muchas opciones en cuanto a calidad y presupuesto, desde las típicas hamburguesas esquineras que te garantizan una visita al médico, hasta opciones más gourmet, como el conejo asado, nuevamente, ya es cuestión de gustos. El comedor estuvo habilitado desde el inicio hasta el cierre, y no cerraron hasta cumplir con el último comensal.
El festival estuvo algo retirado de la Ciudad de México y puede ser de difícil acceso, pero eso no fue impedimento para tener una excelente participación del público. A la experiencia le damos un 8 de 10.
Si les interesó este evento, vayan esperando el Texcoco Beerfest 2023, que, sin lugar a dudas, se pondrá igual de bueno.
