“RTJ4” - Run The Jewels El disco más importante de Killer Mike y El-P

RTJ4 llega en el momento perfecto para sacudir conciencias y acompañar lo que parece ser la etapa de cambio social más importante de los últimos años.

Desde sus primeras apariciones a mediados de la década de los setenta, el rap se ha caracterizado por ser un género musical de resistencia, lucha y autoexploración que otorgó a los comunidades marginales de Nueva York, compuestas en su mayoría por personas de origen hispano, la única oportunidad para expresar sus emociones y exteriorizar las injusticias y precariedades que vivían todos los días en territorio americano.

En la actualidad, más de cuatro décadas después, el género se ha convertido en uno de los más populares e influyentes de todo el mundo, adaptándose rápidamente a contextos socioculturales totalmente distintos y adoptando elementos sonoros e instrumentales de otros géneros musicales. No obstante, la situación para aquellos grupos minoritarios que vieron nacer el rap no ha cambiado en lo absoluto; el racismo, la represión, la pobreza y la brutalidad policiaca siguen siendo fenómenos que los aquejan todos los días. 

Casos como el de George Floyd en Estados Unidos y el de Giovanni López en México son, lamentablemente, el ejemplo perfecto de la violencia que aún se respira en las calles y que, históricamente, ha sido normalizada y, en ocasiones, justificada a través de los diferentes medios de comunicación y las redes sociales. 

“RTJ4” - Run The Jewels: El disco más importante de Killer Mike y El-P
El-P y Killer Mike (Foto: LifeBoxset)

Afortunadamente, los principales exponentes del rap nunca han abandonado la búsqueda de justicia y libertad a través de su música. En 2015, Kendrick Lamar puso el dedo sobre la herida con su maravilloso álbum, To Pimp A Butterfly, considerado el mejor disco de lo que va del siglo XXI, donde parte de lo personal para reflexionar acerca de la discriminación, la raza, la cultura, las clases sociales y la industria musical. Por su parte, Childish Gambino hizo lo propio con su sencillo, “This Is America” (2018), y con su aclamada serie de televisión, Atlanta (2016), ambas obras abordan el racismo, la violencia y la falta de oportunidades desde la sátira y el humor negro.  

Ahora, el dúo compuesto por Killer Mike y El-P, Run The Jewels, entra al campo de batalla con su cuarto álbum de estudio titulado RTJ4, para ser el portavoz de todas las comunidades minoritarias que han vivido en carne propia las consecuencias de la represión y el racismo sistémico. Aunque esta obra llega en un momento lleno de incertidumbre y caos provocado por una terrible pandemia que ha evidenciado aún más la brecha que existe entre los acaudalados y los pobres, también aparece en el momento perfecto para sacudir conciencias y acompañar lo que parece ser una de las etapas de cambio social, político y cultural más importantes de los últimos años.

Es cierto que toda la discografía de Run The Jewels está cargada de disparos sociales y críticas severas al capitalismo, quizá los mejores ejemplos sean las canciones “Close Your Eyes (And Count to Fuck)”, perteneciente a su segundo álbum, y “Don’t Get Captured” y “Hey Kids (Bumaye)”, que se desprenden de su tercer disco. Sin embargo, ninguna de sus obras anteriores se había sentido tan furiosa, cruda y certera como RTJ4.

Desde los primeros dos sencillos del disco, “yankee and the brave (ep. 4)” y “ooh la la”, sabíamos que Run The Jewels estaba cocinando algo muy interesante. Sorprendentemente, estos dos adelantos son, en realidad, las canciones más flojas de todo el disco y sus líricas, aunque pegajosas y divertidas, palidecen frente al resto de sus rimas que muestran una madurez impresionante.

La verdadera bomba estalla luego de sonar los primeros cinco segundos de “out of sight”, una canción que además de ser un gran homenaje al legendario tema “It’s Funky Enough” de The D.O.C, comienza a mostrar el lado más agresivo de Killer Mike y El-P, ambos rapeando a la par a un ritmo casi vertiginoso, evocando lo mejor del viejo gangsta rap de la década de los noventa. 

Cuando apenas intentamos recobrar el aliento, inicia uno de los tracks más experimentales del disco, “holy calamafuck”. Dividido en dos partes, es una fuerte declaratoria de identidad por parte de Run The Jewels. En su primer capítulo, el duo experimenta por primera vez con el reggae y otros sonidos caribeños, incluso el cantante jamaicano, Cutty Ranks, participa en el verso inicial del tema. En la segunda y última parte, la atmósfera se vuelve oscura y salvaje gracias a esos poderosos sintetizadores que están omnipresentes hasta en el último segundo de la canción.

Para la parte media del álbum, Run The Jewels no se deja nada en el tintero y forma lo que, sin duda alguna, es la tercia de canciones más importantes en lo que va del año. No sólo por los temas que tocan, sino también por la manera tan humana de abordarlos y lo cuidadosos que son con cada uno de sus versos. Empezando con “goonies vs. E.T.», donde critican y analizan la influencia que tienen las redes sociales y la televisión en la sociedad, ya sea como meros canales (des)informativos o como herramientas de adoctrinamiento y manipulación masiva. 

En «walking in the snow», el dúo describe detalladamente cada una de las problemáticas que viven los grupos marginales en Estados Unidos y el resto del mundo; desde un sistema educativo incompetente hasta un gobierno autoritario, racista y clasista. Sus voces llenas de sinceridad y furia, hacen que sus letras calen más hondo que cualquier otra canción del álbum, a tal punto que es imposible volver a ser el mismo después de escuchar atentamente el tema. 

«JU$T» cierra la tercia de la mejor manera posible, en compañía de Pharrell Williams y Zach De La Rocha (colaborador habitual de Run The Jewels), consiguen crear un hit perfecto para la radio y las discotecas, mientras señalan el poder que tiene el dinero sobre las personas y las instituciones, llegando incluso a traicionar sus valores y principios para tener sus cuentas llenas.  

Acercándose a la recta final, Killer Mike y El-P nos dan un ligero descanso, «never look back» es un tema ligero y hasta bailable. Sus sintetizadores que están claramente influenciados por el new wave y el synth-pop, logran llenar la obra de vida y colores neón, algo que minutos atrás parecía imposible de conseguir. 

Los últimos dos tracks, “pulling the pin” y “​a few words for the firing squad (radiation)”, vuelven a poner los reflectores en las problemáticas sociales y políticas más importantes de la actualidad, sin embargo, ambos dejan una luz de esperanza para comenzar la lucha y encontrar la libertad que siempre hemos deseado; primero como seres individuales y después como sociedad o conjunto. 

Aún en un mundo enfermo, gobernado por la violencia, el dinero y el desorden, Run The Jewels creó una radiografía social y un manifiesto revolucionario único e inquebrantable. Posiblemente, la mayoría de las canciones de RTJ4 no vayan a sonar constantemente en la radio y la televisión, sin embargo, su mensaje es tan humano y tan real que no dudo que puedan derribar todas las fronteras que se crucen en su camino, incluso con aquellas intangibles que se encuentran escondidas en los rincones de nuestra mente y en la cotidianidad de nuestro entorno.  

Lo que una vez logró el rock de la mano de Bob Dylan y John Lennon, hoy lo consigue el rap gracias a artistas como Run The Jewels. Tal vez el género sea diferente, pero la lucha es igual de noble y eso es lo único que debería de importar.

Escrito por

Luis Felipe Maceda

Periodista. Escribo sobre cine y música.
Cofundador de Clímax MX.

Twitter: @luisfmaceda
Instagram: @luisfelipemaceda