Reseña: «everything is alive» - Slowdive
Slowdive regresó a la palestra musical con su quinto álbum de estudio, everything is alive, una producción cargada de shoegaze y dream pop.

La juventud infinita de Slowdive reaparece cada cierto tiempo para recordar que los años no pesan en el sonido de la agrupación británica. Su nuevo disco, everything is alive, es la prueba más eficaz de que para la banda el tiempo se suspendió en la montaña mágica. El rasgueo de sus guitarras permanece siempre en el tiempo, como si se tratara del verano del 69, donde todo era amor y la vida parecía ser eterna.

Los clásicos problemas adolescentes: amor, venganza, odio, suicidio, ansiedad, depresión, melancolía y felicidad juegan un papel importante en la discografía de Slowdive de los 90, cuando se formó la banda. Sin embargo, el paso de los años y la madurez de cada integrante han formado un álbum redondo, lleno de poder y reflexión.

La relación estrecha entre Rachel Goswell y Neil Halsted es el faro que unió a la banda y la separó por muchos años. Y no es para menos, desde que tenían cinco años construyeron una amistad que con el paso de los años fue desapareciendo. Tiempo después, en el high school, retomaron su amistad, y su gusto por la música de The Velvet Underground creó un lazo inquebrantable que sería fundamental para que formaran su propia banda y, posteriormente, una relación de pareja.

Reseña: «everything is alive» - Slowdive
Slowdive (Foto: Bandcamp)

«shanty» es la precursora de everything is alive, la canción navega por mares inciertos con una estructura de 4/4 anunciando que la vida está en constante cambio. El nuevo amanecer llegó en el camino, como si se tratara de una novela de Jack Kerouac. Las guitarras infinitas del shoegaze volvieron y los sintetizadores de dream pop marcan una nueva etapa.

«prayer remembered» está sostenida por las líneas de bajo de Nick Chaplin, haciendo una clara referencia a Disintegration (1989), de The Cure. Sí. Las influencias del bajista imparten a su obra tintes de melancolía absoluta. Mientras tanto «alive», uno de los sencillos publicados anteriormente, tiene toda la esencia que soporta a este disco. Además, los coros apoteósicos de Rachel Goswell recitando: «Two lives are hard lives with you», establecen una clara referencia a su relación con Neil Halsted.

«andalucía plays» retoma el nombre de una canción de John Cale, miembro fundador de The Velvet Underground, que siempre ha inspirado a nuevas generaciones de artistas. Sin duda, el sol resplandece mientras la canción suena, como en la canción escrita por Cale. Sin embargo, las referencias a la madre patria no son nuevas para Slowdive, «Spanish Air», del álbum Just For a Day (1991), es un claro ejemplo de la relación de la banda con la península ibérica.

«kisses» abre la segunda mitad del álbum y, además, es el segundo sencillo que publicaron acompañado de un video musical. La atmósfera del video retrata perfectamente a un grupo de jóvenes rodando por la ciudad sin rumbo, como en Oslo 31 de Agosto (2011), de Joachim Trier. Al mismo tiempo, el sencillo es el hit del álbum que se acerca más al pop rudimentario de la industria musical.

«skin in the game» funge como la carta de presentación del baterista Simo Scott. El tempo de cada nota acompaña perfectamente a la voz de Neil Halsted, hasta el punto de recordarnos al álbum homónimo de 2017 que marcó el regreso de Slowdive después de casi 20 años de su separación. Por otra parte, el clímax del disco se acerca con «chained to a cloud», donde los sintetizadores y los protools se apoderan de toda la estructura sónica para dejar en claro su acercamiento al dream pop británico.

Todo inicio tiene un final, así es la vida, «the slab» representa el cierre del álbum con las tradicionales referencias de Slowdive a bandas como: The Smiths, Cocteau Twins, Hole, Spacemen 3 y My Bloody Valentine. Al mismo tiempo, abre una nueva gama de sonidos futuros enfocados en todas las ramas del pop; dos caminos entre la esperanza y la nostalgia.

Los británicos tienen un lugar asegurado en la historia de la música como una banda precursora que marcó la época dorada del shoegaze con álbumes como Souvlaki (1993). El camino lo pavimentaron con pocas obras, pero siempre con una calidad extrema.

Al final, los sonidos y la atmósfera de everything is alive juegan con el pasado y el presente de Slowdive, dejando atrás a los adolescentes de 15 años con una inocencia plasmada en cada verso, para centrarse en personas maduras y experimentadas en todos los ámbitos, y así trascender en la música y en la vida misma.

Escrito por

Ricardo Hernández

Melómano por naturaleza. El cine es mejor que la vida, eso dicen...