Combinando sonidos latinos y africanos con elementos de la música electrónica, Moloco ha creado uno de los conceptos musicales más ambiciosos de este año.
La música que reúne ritmos y sonidos de diferentes partes del mundo, conocida como world music, siempre es arriesgada y completamente disruptiva; en primera instancia, por su naturaleza innovadora y experimental que la dotan de riqueza y pluriculturalidad; y en segundo lugar, por la capacidad que tiene para atravesar cualquier tipo de frontera, ya sea física o ideológica, y juntar en una obra lenguas, creencias, bailes y sonidos que nunca antes habían interactuado o coexistido en el mismo sitio.
Aunque el world music ya existía desde hace más de cuarenta años, en la actualidad el género ha crecido y se ha posicionado con gran velocidad dentro de la industria musical, principalmente, por la aparición del internet y las redes sociales que han acelerado enormemente el proceso de globalización. Es por eso que cada año surgen nuevos artistas y agrupaciones independientes como Nicola Cruz, Terror/Cactus, Page Sounds y KOKOKO!, que encuentran el sonido y el balance perfecto para elevar el género a un nuevo nivel.
Este también ha sido el caso de Moritz Fortmann, mejor conocido como Moloco, un músico alemán que desde hace más de diez años reside en Los Ángeles, Estados Unidos, y que a lo largo de su vida ha tenido la oportunidad de vivir en diferentes países como Argentina, Bolivia y México, lo que le ha permitido conocer diferentes culturas y adentrarse en las tradiciones y costumbres de la comunidad latinoamericana.
«Desde que tenía veinte años me fui a vivir a Argentina por siete meses, después también pasé un tiempo en Bolivia y ahí me enamoré de Latinoamérica. Enseguida viajé por varios países del continente e incluso me fui a México casi de mochilazo, donde tuve la oportunidad de visitar Yucatán. Años después me fui a vivir a la capital de México por trabajo y eso me permitió conocer más a fondo el país, su cultura y sus tradiciones. La verdad, desde el inicio me sentí muy cómodo, yo creo que fue porque iba dispuesto a aprender y conocer nuevas cosas, así que mi proceso de adaptación fue muy rápido. Ahora soy más latino que alemán.» Moloco.
A pesar de que Moloco estuvo en contacto con la música gran parte de su vida, no sería hasta su llegada a Latinoamérica que cambiaría para siempre su forma de hacer y sentir la música. Es así como nace su primer disco de estudio en doce años titulado Baile de paloma, que grabó desde el confinamiento durante las primeras semanas de cuarentena a causa del COVID-19.
La música de Moloco combina ritmos latinos y africanos con elementos electrónicos, música pop y guitarras características del indie rock. Esta combinación, por muy extraña y compleja que parezca, tiene la asombrosa facilidad de llevarnos a través de paisajes sonoros nunca antes escuchados y, al mismo tiempo, de crear una atmósfera de ensueño que resulta increíblemente adictiva y hasta bailable.
Las ocho canciones que conforman Baile de paloma son en su mayoría temas instrumentales, sin embargo, Moloco también se toma la libertad de jugar con tres idiomas distintos: español, portugues e inglés. Una movida muy arriesgada que, sin embargo, encaja con total naturalidad gracias a la enorme diversidad de sonidos que hay a lo largo de todo el disco.
«Siempre intento buscar algo con que conectar, puede ser un sonido o algún instrumento, y eso es lo que me lleva a desarrollar el resto de la canción. Lo que hice diferente con Baile de paloma fue que hice todo sin un plan o una idea en específico, de hecho, hice casi todas las canciones en muy poco tiempo, y eso fue lo que motivó demasiado, porque sentía que conectaba con cada una de las canciones. Básicamente, deje de pensar y me dedique a sentir mi música, fueron días con una creatividad muy intensa, en los que todas las piezas encajaban de forma natural y creo que eso se siente en el disco.» Moloco.
Tener el control de todos los elementos de la obra, no sólo le permitió desarrollar un concepto único y alcanzar una nueva faceta como artista independiente, también le regaló la oportunidad de experimentar al máximo con las herramientas que ofrecen las plataformas de streaming y las redes sociales. Por eso las ocho canciones del disco fueron publicadas por separado y con una semana de diferencia, en un intento por adaptarse a los nuevos modos de distribución y de profundizar aún más en el concepto del álbum.
Esto ha permitido que su música rompa con todas las fronteras y llegue con gran facilidad a distintas partes del mundo, como Europa, Asia y América Latina, lugares en los que ha tenido gran aceptación y buena interacción con el público, a pesar de no pertenecer a ningún sello discográfico.
«Todavía pienso en los discos como obras que narran una historia o que guardan un concepto, es decir, que tienen un inicio, un clímax y un final. Pero también estoy consciente de que en la actualidad la música se consume de forma diferente y, gracias a Spotify y otras plataformas, ahora se puede jugar un poco con la manera de lanzar un disco. Por eso decidí lanzar cada semana una canción del disco, para que la gente conozca mi concepto, además de que me da la oportunidad de adaptarme a todo este nuevo sistema. Y creo que por el momento ha funcionado; por primera vez tengo una audiencia y eso me motiva para seguir haciendo música.» Moloco.
Aunque el lanzamiento de Baile de paloma todavía es muy reciente, Moloco ya piensa en meterse al estudio nuevamente con la intención de terminar de desarrollar su concepto y explotar toda la riqueza de su sonido. Además de esto, ya tiene listos dos sencillos que realizó en colaboración con su padre, de origen alemán, y su esposa, de origen nicaragüense, que se alejan totalmente de la atmósfera creada en el disco.
«En 2008 lancé un disco que probablemente casi nadie escuchó, más que mi familia y amigos, pero fue porque no tenía oportunidad para llegar a más personas. Ahora, con el internet y las plataformas, tengo la oportunidad de buscar mi propio público. Por eso ya he trabajado con algunas ideas para sacar una segunda parte de Baile de paloma, pero con un sentimiento diferente. También ya tengo dos sencillos, que grabé en colaboración con mi papá y con mi esposa. Sin duda, este nuevo disco me abrió una puerta creativa que no pienso desaprovechar.» Moloco.
Con Baile de paloma, Moloco ha sentado las bases de un proyecto musical único, capaz de cambiar de forma con una naturalidad fabulosa y de plasmar, en tan sólo un par de minutos, la esencia cultural de latinoamérica. Sin duda, es uno de los artistas independientes más prometedores e interesantes dentro de la creciente escena del world music.