Dirigida por Taika Waititi, Jojo Rabitt nos lleva al mundo nazi, con romance, aventuras, comedia e intrigas.
Jojo Rabitt es un filme escrito, dirigido y estelarizado por Taika Waititi, además de Roman Griffin Davis, Sam Rockwell y Scarlett Johansson, es una película de comedia negra, uno de los géneros favoritos del director, que nos relata la tragicómica historia de Jojo (Roman Griffin Davis), un niño alemán que tiene como amigo imaginario a Hittler. El joven Jojo buscará, junto con su mejor amigo Yorki (Archie Yates), volverse parte del ejército nazi pero ante situaciones adversas se cuestionará si ser nazi es lo adecuado.
Como se podrán imaginar, el largometraje está ambientado en la segunda guerra mundial, en un campamento de entrenamiento que está a cargo del Capitán Klenzendorf (Sam Rockwell). Jojo busca mostrar su valentía para ser digno de entrar al ejercito nazi, sin embargo, después de ser apodado «Jojo Rabitt» y luego de un severo accidente se ve obligado a regresar a casa con su madre Rosie (Scarlett Johanson).
El niño es relegado a trabajos de bajo nivel en el campamento mientras se recupera de su accidente, lo que le da la oportunidad de pasar tiempo de calidad con su madre, quien mediante amor y ternura, intenta quitarle la idea de enlistarse en el ejercito.
La película cuenta con unos matices muy marcados desde el inicio; durante la primera parte el filme es una mezcla de comedia clásica y elegante, con grandes chistes y con un excelente ritmo que favorece al desarrollo de la historia y que refleja perfectamente la forma en la que ve el mundo Jojo; en la segunda mitad se deja de lado la parte cómica y pasa a ser una cinta seria, dramática e incluso oscura.
El filme es bien acompañado por el soundtrack, que esta lleno de canciones clásicas que marcaron época el siglo pasado como la versión alemana de «I Want to Hold Your Hand» de The Beatles y el tema «Heroes» de David Bowie, que fue grabado precisamente en Alemania y forma parte de la Trilogía de Berlín de Bowie. Dichas canciones tienen la facilidad de provocar sensaciones y emociones similares a las de los protagonistas, por lo tanto, resulta sencillo identificarse con el entorno mostrado en la pantalla.
Las actuaciones de los personajes principales y secundarios son muy convincentes, en un cierto punto te hacen creer que las cosas que muestran en pantalla son reales y serias, al menos, hasta que el director te recuerda mediante chistes y bromas oportunas que Jojo Rabbit es una farsa y una comedia negra. Por supuesto, el resultado final la hace digna a las nominaciones que le otorgó La Academia y que la hicieron ganadora de un Óscar en la pasada entrega de los premios.
