La industria global del cine, en ocasiones es reticente a mostrar ciertas historias, principalmente cuando se trata de política, ideologías económicas o religión. En esta ocasión Benedetta, la cinta dirigida por el neerlandés Paul Verhoeven —quien es conocido por títulos como RoboCop (1987), Basic Instinct (1992) o Elle (2016)— llegó a la edición no. 74 del Festival de Internacional de Cine de Cannes y conmocionó a su audiencia por su singular temática: la vida sexual y amorosa de una novicia interpretada por la actriz belga Virginie Efira.
El filme está inspirado en un libro documentado y escrito por la historiadora Judith C. Brown, que se titula, Afectos vergonzosos: Sor Benedetta, entre santa y lesbiana.
Sin tardar a la polémica, el director del largometraje inmediatamente fue cuestionado por llevar a la pantalla grande una obra que, a ojos de la sociedad conservadora y religiosa es, blasfema y profana. Ante ello, Verhoeven declaró: «No entiendo realmente cómo se puede blasfemar sobre algo que sucedió, incluso en 1625. No se puede cambiar la historia, no se pueden cambiar las cosas que pasaron, y yo lo basé en las cosas que pasaron. Así que creo que la palabra blasfemia en este caso es estúpida».
En Latinoamérica, concretamente en México, hace 19 años ocurrió un fenómeno parecido con El crimen del padre Amaro (2002), filme que de igual forma toca las luces y sombras en la vida de una figura perteneciente al clero. Y pese a ser intentada la censura de la cinta por algunos grupos católicos de dicho país, el largometraje alcanzó a ser candidato al Oscar de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas en la categoría de Mejor película en lengua no inglesa.
En el caso de Benedetta, saltan a la vista varias interrogantes que sería importante considerar responder: ¿resonará con la misma fuerza en otros tantos festivales?, ¿será vetada su exhibición tanto de salas comerciales de cine, como de plataformas de streaming alrededor del mundo?, ¿es concebible que en pleno 2021 exista la censura contra las obras artísticas?
Por último, seguramente, el largometraje de Verhoeven no será el último trabajo en escandalizar la presente edición del más prestigioso e importante festival de cine de todo el mundo.