El director Michael Dougherty creó en 2007 una cinta con un exquisito aroma a clásico, una muestra visual excelente y una narrativa fabulosa que la volvió una propuesta imperdible.
Es Halloween, esa noche la barrera entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos desaparece, es mejor que no olvides algunas tradiciones de esta festividad; como rodear tu casa de calabazas o poner una vela a los difuntos y no apagarla antes de medianoche y, sobre todo, cuando llamen a tu puerta, acepta siempre trato, porque nunca se sabe qué o quién se puede esconder tras un disfraz.
Sin duda alguna, la noche de Halloween es muy especial y ha inspirado fabulosas producciones cinematográficas gracias a su misticismo y sus tradiciones, como fue el caso de Trick ‘r Treat, una obra de culto dirigida por el guionista y cineasta estadounidense, Michael Dougherty.
Ambientada durante las celebraciones de un festival de Halloween en Warren Valley, una pequeña localidad de Ohio, Trick ‘r Treat intercala cinco historias: una joven pareja que discute sobre la conveniencia de respetar las tradiciones de la noche de los difuntos; un director de escuela que saca a pasear su naturaleza más oscura y salvaje; una joven disfrazada de Caperucita Roja preocupada por perder su virginidad con el hombre de sus sueños; un grupo de niños que deciden gastar una terrorífica broma utilizando una vieja leyenda urbana del lugar; y un solitario anciano que odia la fiesta de Halloween y que está a punto de recibir una desagradable visita.
Dichas historias suceden una detrás de la otra de forma independiente, con un concepto episódico que expone al espectador, mediante saltos temporales, en diferentes situaciones vistas desde distintos puntos de vista, un estilo narrativo que se asemeja a Pulp Fiction de Quentin Tarantino (1994), pues MIchael Dougherty consigue entrelazar con genialidad, en apenas 80 minutos, un guion lleno de espectaculares detalles. Desorientando y jugando con la cronología de las historias a su antojo, mezclando situaciones y personajes para armar un curioso rompecabezas que va cobrando sentido a medida de que avanza la historia.
Lo que en principio no son más que detalles que presumiblemente no tienen mucha importancia y que incluso corren el riesgo de pasar desapercibidos, poco a poco cobran vida y adquieren relevancia, En este sentido, Trick ‘r Treat nunca dejará de sorprenderte y, aunque sus constantes giros argumentales tienen algunos fallos de continuidad, lo cierto es que no resultan molestos.
Visualmente la película es una experiencia fascinante, con sencillas transiciones como la de la calabaza transformándose en luna llena o la de las hojas otoñales cayendo, dando paso al único flashback de la película (el accidente de un autobús). También, Michael Dougherty no rehuye del gore y muestra algunas escenas violentas, homenajeando al slasher y al cine ochentero.
Poco a poco, y con una fluidez narrativa envidiable, el director te pone perfectamente en situación y te presenta desde el arranque, al estilo de Scream de Wes Craven (1996), a los distintos protagonistas del filme. Por un lado serás testigo de una inspirada Anna Paquin (X-Men 2, 2003, True Blood, 2008) que interpreta a una joven que asiste a una fiesta en compañía de sus amigas. Esta historia plantea la sombra de un slasher convencional: Jóvenes acosadas por un asesino que se aprovecha de que medio pueblo se encuentra disfrazado para cometer sus crímenes.
Por otra parte, tendrás una excelente interpretación de Dylan Baker (Spiderman 2, 2004, Happiness, 1998) en el papel de un director de escuela perturbado, dotado con un macabro sentido del humor. Este segmento te brindará momentos de humor negro realmente memorables donde los destinos de la víctima y el victimario se unen, aunque de una forma inesperada.
Seguirás a su vez, la excelente labor de todos y cada uno de los «niños» que protagonizan el episodio de la leyenda del autobús, una de las partes más brillantes del filme, donde el director muestra la crueldad de la niñez en todo su perverso esplendor. Aunque, en realidad, los niños disfrazados del autobús eran actores de baja estatura, ya que la cinta fue grabada en su mayoría a altas horas de la noche y no tenían permisos de custodia para los niños actores.
Para terminar, un experimentado Brian Cox (X-Men 2, 2003, Troya, 2004) te deleitará con la última historia, que funciona como cierre y resumen a todas las anteriores. Su papel es el de una especie de «Mr. Scrooge», viejo y gruñón que no cree en Halloween, por lo que sufrirá una visita muy especial. Es aquí donde sobresale la presencia de un ser vestido con una pijama naranja, con la cara cubierta por un saco y con botones en lugar de ojos. Su nombre es Sam y es el encargado de que todos cumplan las tradiciones de esta noche.
¿Y quién es Sam?
Sam tuvo su origen en un cortometraje animado llamado Seasons Greetings, dirigido por el mismo Michael Dougherty en 1996. Este interesante ser se manifiesta en Halloween y representa la viva encarnación de esta festividad. Se ocupa de que cada una de las reglas de esta noche se cumplan. Como disfrazarse, dar caramelos a aquellos que lo pidan y no apagar una calabaza («Jack-o´-lantern») antes de la medianoche. Su arma predilecta es una paleta mordida que le sirve de puñal. Y durante todo el tiempo que aparece en pantalla no habla, sólo hace gestos.
Se dice que el director deseaba realizar la película dentro del mismo universo de Krampus (2015), pero cuando salió esta película, en la cual también participó como director, se eliminaron las escenas que relacionaban a ambas, en donde incluso aparecían los dulces favoritos de Sam.
El compendio de referencias del terror
Trick ‘r Treat es una película genial, modesta y silenciosa, que después de haber sido producida estuvo sin estrenarse durante dos años, hasta que Disney la lanzó en el año 2009 en Estados Unidos, editada directamente para DVD.
Esta cinta va dirigida especialmente para los fans de las series de terror juvenil, al estilo de R. L. Stine o de la serie Tales From The Crypt (1989), donde nada es lo que parece y todos los personajes guardan un lado oculto. Cinematográficamente, el referente más claro es Creepshow, de George A. Romero (1982), pero a diferencia de ella, en las historias de Trick ‘r Treat no sólo hay un nexo, sino que unas invaden el espacio vital de otras, al estilo de Short Cuts, de Robert Altman (1993).
En definitiva, Trick ‘r Treat es una propuesta única dentro del género del terror y aunque termina cayendo en algunos clichés, cuenta con una peculiar atmósfera y una estructura narrativa que muy pocas veces es aplicada al género. La película sabe combinar con habilidad un amplio abanico de referencias, tradiciones y criaturas nocturnas, dando como resultado un compendio de horrores que en ningún momento decaen en una simple parodia y que atesora un interesante poder de seducción.
Ha pasado más de una década desde que se lanzó la película original y muchos seguimos esperando la secuela prometida por Michael Dugerthy. Pero, por el momento, podemos seguir disfrutando de Trick ‘r Treat sin olvidar la morajela que transmite: «Halloween es una noche mágica y especial en la que todo puede suceder, así que respeta todas sus tradiciones o habrá consecuencias».