La toma de las Malvinas: El día en que el pueblo reclamó lo suyo
Cerca del mediodía del 2 de abril las tropas argentinas izan por primera vez la bandera argentina. Tres días más tarde, la flota británica parte de Portsmouth y Plymouth hacia el Atlántico Sur.

El 2 de abril de 1982, las fuerzas armadas de Argentina invadieron territorio inglés en ultramar, era la primera ofensiva a territorio británico desde la Segunda Guerra Mundial. El día de hoy, conmemoramos una fecha importante para el pueblo argentino; La Operación Rosario; el desembarco de los comandos argentinos a la Isla Soledad; y el ataque a la Casa de Gobierno de Puerto Stanley y el cuartel en Moody Brook.

La operación se había contemplado desde meses atrás, la situación de Argentina en aquel entonces era dura; existía una fuerte recesión económica y el ambiente político era un caos. La junta militar argentina dominaba con mano de hierro y en todos lados del país se sentía la represión por parte del gobierno. En la población existía un fuerte descontento social y económico.

Leopoldo Fortunato Galtieri, presidente de facto de la nación Argentina en el año de 1982, fue el protagonista de dicha invasión. Tras la excusa de que las Islas Malvinas fueron arrebatadas por los británicos más de un siglo atrás, la junta militar decidió actuar abruptamente tomando por la fuerza las islas, confiados de que el gobierno británico no tomaría represalias, debido a que también pasaba por una de sus peores crisis por culpa de la desindustrialización y el cierre masivo de las minas inglesas.

Desde el 28 de marzo de ese mismo año, barcos de la armada Argentina estudiaban y se dirigían a la zona, esperando el momento preciso para la invasión. La noche del primero de abril el presidente norteamericano, Ronald Reagan, llamó por teléfono a Galtieri para que le diera alguna explicación, sin embargo, el dictador ignoró las llamadas prosiguiendo con sus planes.

La toma de las Malvinas: El día en que el pueblo reclamó lo suyo
«Leopoldo Galtieri»

En la mañana del 2 de abril, cerca de las 6:22 am, se efectuó el ataque. Varios vehículos anfibios de la armada argentina desembarcaron en la Isla de la Soledad, dirigiéndose directamente a la casa del gobernador, Rex Hunt, para obligarlo a rendirse. La operación fue todo un éxito, la pequeña guarnición de tropas inglesas en el territorio se rindió ante el ejército invasor y el gobernador Hunt presentó su capitulación a las 11:20 hrs.

Las bajas en ambos bandos fueron mínimas, tan sólo hubo un muerto y cuatro heridos, los prisioneros británicos fueron repatriados lo más pronto posible y se izó la bandera argentina inmediatamente después de la victoria. La noticia de la recuperación de las Islas Malvinas causó una enorme conmoción en los habitantes de Buenos Aires y de las diferentes provincias del país.

La cortina de humo salió mejor de lo esperado, parecía que la euforia no terminaría nunca. Jamás en la historia de dicho país se había sentido un gran ambiente de triunfalismo y apoyo por parte de la población a una acción militar. Toda la opinión pública y todos los medios de comunicación estaban entusiasmados por la operación.

El Reino Unido no se quedó de brazos cruzados y la primera ministra, Margaret Thatcher, le declaró la guerra al gobierno argentino, exigiendo la cesación inmediata de las hostilidades y la retirada inmediata de todas las fuerzas argentinas de las islas, dando inicio a una de las guerras más icónicas del siglo XX: La guerra de las Malvinas.