El silencio que queda entre las huellas de la pólvora y la pérdida.
Netflix se ha convertido en el servicio de video on demand por excelencia gracias a su contenido original, que va desde series de televisión, películas y hasta documentales, que le han valido diferentes reconocimientos y alabanzas por parte de la crítica y el público.
Sin embargo, si hablamos de cortometrajes, estos parecen estar olvidados por la compañía, al menos así era hasta que, a finales de junio de este año, fueron estrenados una serie de cortos bajo el título «Hecho en Casa», creados por varios cineastas en medio del aislamiento provocado por la cuarentena.
Dentro de estas producciones aparece Si algo me pasa, los quiero, la cual marca uno de los primeros trabajos como directores y escritores de Will McCormack y Michael Govier, así como del animador Youngran Nho. En poco menos de 12 minutos, sin palabras y con una estética minimalista en la que predomina el blanco y negro, nos transportan a la historia de dos padres que han perdido a su hija a causa de un tiroteo escolar.
El corto habla de una realidad latente, pues aborda la grave problemática de los tiroteos masivos. Y es que solamente en Estados Unidos, país de origen de esta producción, el 2019 fue el año con el mayor número de incidentes de este tipo, según la agencia de noticias Associated Press, el diario USA Today, así como la Universidad Northeastern, de Chicago.
Pero también, más allá de transmitir un discurso centrado únicamente en los Estados Unidos, se trata de un mensaje universal sobre la pérdida y la manera de enfrentarla. Con pequeños detalles logran mostrar el cansancio, el vacío y el abandono al que los dos personajes principales se enfrentan.
A través de la aparición esporádica de colores dejan ver destellos de una vida que ahora se ha apagado, y con un perfecto balance entre la música y el silencio, sellan una animación que muestra el peso de los recuerdos y la manera en la que la existencia de una persona, sin importar que tan corta o extensa fue su vida, puede llegar a marcar cada espacio de la vida de alguien más.
Si bien es un corto que sacude los sentimientos del público no cae en esa especie de sentimentalismo que muchas veces intenta forzarse, esto le ha merecido importantes premios en festivales como en Bucheon International Animation Film Festival, Edmonton International Film Festival, entre otros. Además de nominaciones en el Cleveland International Film Festival y Florida Film Festival, e incluso se habla de que es una fuerte competidora para los premios Oscar, pues en pocas escenas, las ilustraciones que a través de simbolismos cuentan esta breve historia conectan con más de una persona y es un gran ejemplo de que unos minutos pueden dar pie a horas de meditación.