Hace un año las productoras y cines se preparaban para inaugurar una temporada de estrenos que prometían hacer del 2020 un momento álgido de la exhibición nacional, tanto largometrajes comerciales como independientes se esperaban para ver en la pantalla grande.
Ni bien el primer trimestre iba cerrando cuando la alerta de pandemia por Coronavirus golpeó al país, alterando así todas las actividades económicas y dinámicas sociales. Sobran palabras para describir las consecuencias que todavía se están viviendo –cada quien conlleva su encierro como puede-, y si en mi texto anterior, Cuarentena 2020: Cuando Netflix se volvió cine, referí sobre las afectaciones de la distribución del cine internacional y el streaming como ventana de escape, la escena mexicana se vio más limitada tratando de salir adelante, y aquí veremos cómo ocurrió.
Antes regresemos un poco el carrete a los recuerdos, porque quisiera distinguir que, al menos para esta ocasión, la movida de las pantallas se distinguirá de cuatro formas. Del lado comercial están: Videocine, Corazón Films y Cinépolis Distribución, por otro lado, mencionaré a la Cineteca Nacional con los pequeños estrenos. Ahora si veamos cómo fue el 2020 a esta altura del partido (de enero a marzo).
– Perdida. Basada en la película colombiana, La Cara Oculta (2011) -no confundirla con Gone Girl de David Fincher-, de Jorge Michel Grau. A pesar de ser un buen thriller en su dirección y actuaciones, fue señalada por su publicidad de carteles «se busca» con fotos de las protagonistas, hecho con poca sensibilidad en un país marcado por la violencia de género, y que se reflejó en redes. Este evento sirvió de plataforma para lanzar los tráilers de las películas de Cinépolis para todo el año.
– Cindy la regia. La muy anunciada adaptación de la tira cómica de Ricardo Cucamonga, codirigida por Catalina Aguilar Mastretta, quien venía de un debut de autor (Las Horas Contigo, 2014) y se esperaba enriquecería el proyecto. La película no dejó indiferente a la crítica ni el público, para unos era una ficción del montón que se basaba en estereotipos clasistas, para otros lo opuesto, tenía un ritmo narrativo que se alejaba de este tipo de comedias y hasta se burlaba de ellas.
– Loco por ti (también llamada Las Píldoras de mi Novio). Comedia romántica protagonizada por Jaime Camil y de coproducción estadounidense con Videocine, fue blanco de críticas por hacer una mofa superficial de las enfermedades mentales envuelta en una historia de amor repleta de clichés.
– Rebelión de los godínez. Con una premisa muy similar a la de otra película referente a los trabajadores de oficina, esta entrega de Corazón sobresale porque Bárbara del Regil es parte del elenco y generó curiosidad/morbo para verla por las opiniones polémicas que la actriz emitía, y sigue haciéndolo, en sus redes sociales.
– Familia de medianoche. Documental que formó parte de Ambulante y se estrenó en Cineteca y algunas salas de Cinépolis. Aclamada en el festival de Sundance, es un retrato de la precariedad socioeconómica de un sector latente de la Ciudad de México, y a la vez asoma una crítica hacia el sistema de salud del gobierno -para mí es de lo mejor del cine nacional que se vio el 2020-.
– Veinteañera, divorciada y fantástica. Otra entrega de Videocine que hace referencia a la edad de la protagonista, quien esta ocasión sería Paulina Goto, acompañada de todo un elenco ubicado en el gusto juvenil de la audiencia, y no Bárbara Morí, sin embargo la trama sosa no se distancia mucho una de la otra.
– Vaquero del mediodía. Del director Diego Enríquez Sorno (ganador del Ariel por La Muñeca Tetona, 2017), este documental hace semblanza de la vida del poeta y guerrillero Samuel Noyola, quien desapareció misteriosamente en 1998, se alcanzó a proyectar en Cineteca y estuvo nominada al Ariel 2020.
A excepción de las últimas dos películas mencionadas, todas se pudieron ver con relativa normalidad en los diferentes complejos de cines en el país, y aunque la cartelera permaneció abierta el resto del mes, eventualmente se fueron cerrando los comercios no esenciales, anulando la actividad cinematográfica nacional.
Con el paso de los meses, todos los largometrajes anteriores se fueron trasladando a diferentes plataformas de streaming, las de Videocine están en Amazon Prime, las de Cinepolis en Klic, que es su propio servidor, y otros sitios on demand, las de Corazón y los dos documentales (presentadas como reestreno: Vaquero del mediodía en noviembre y Familia de medianoche en enero de 2021) en Netflix.
Con cautela, los cines fueron abriendo poco a poco, porque el semáforo de contagio en algunas ciudades de provincia disminuyó mucho antes que en la capital, y hasta agosto se volvió a regular el flujo de distribución y la asistencia a salas. Basta recordar las varias campañas de las cadenas comerciales y los reportajes en televisión, mención aparte el caso de la familia Rubín Legarreta, donde resultaron positivos de Covid-19 después de asistir a una proyección.
La excepción que quiero comentar es Ya no estoy aquí, película de Fernando Frías que salió en mayo por la N roja, y que para variar dividió al público mexa en los opuestos de amarla u odiarla. Desde el Festival Internacional de Cine de Morelia del 2019 la crítica elogió esta historia de despojo, migración y soledad, que se caracterizó por su ritmo lento, actuaciones no profesionales y música de cumbias rebajadas.
Lo que buena parte del público tradujo como un personaje y trama mediocres, donde sólo la élite cultural –vulgarmente llamados «mamadores»- le entendía. Su debate y análisis requeriría otro espacio de escritura que se desvía del objetivo de este, sólo queda mencionar que fue la máxima ganadora de los Ariel 2020, y que es la actual representante al Oscar y Goya como Mejor Película Internacional.
Las producciones que regresaron a reactivar los cines comerciales en el octavo mes del año fueron:
– Amores modernos. Una comedia con tintes trágicos que se presentó como un escape a las historias rosas que tratan de representar lo que es una familia mexicana en la ficción actual, la dirige Matías Meyer con un elenco estelar que incluye a Ilse Salas y Ludwika Paleta, una apuesta de Cinépolis que ya se ve en Klic.
– Escuela para seductores. Otro remedo de comedia romántica de Videocine donde la lección al final es que «ser uno mismo» es la clave del amor –lo que le sigue de cursi-, a diferencia de las anteriores, esta cuenta con histriones de menor fama, si acaso Andrés Palacios es el más reconocido, ya disponible en Amazon.
– Cuidado con lo que deseas. La representante del terror que Cinépolis ya había anunciado meses atrás, donde a la trama de una marioneta maldita se le agregan elementos de drama familiar y crimen, esta llegaría a Netflix en fechas de Halloween y es catalogada por varios medios como de lo peor del género en años.
– Fuego negro. Corazón no se queda atrás en el género, aquí Tenoch Huerta y Eréndira Ibarra protagonizan una historia de hotel maldito y personajes macabros, fue lanzada directo a Netflix, y al igual que la anterior, fue aplastada por la crítica, algo inusual al tratarse de estos actores –sobre todo en la carrera de Tenoch-.
Dato curioso, Veinteañera, divorciada y fantástica se volvió a lanzar durante agosto, con todo y pósters reeditados de los actores y actrices usando cubrebocas donde se leía el hashtag #QuédateEnCasa -irónico, ¿no lo creen?-, y estuvo durante cinco semanas como el primer lugar en taquilla, un récord histórico para una película nacional. De igual forma destaca por ser la número tres en ingresos con 41 millones de pesos y en asistencia con 750 mil butacas. El top cinco lo completaron (cantidades en millones, ingresos y asistencia respectivamente):
1º Cindy la Regia – $106 y 1.80 asistentes
2º Loco por Ti – $68 y 1.20 asistentes
4º Perdida – $33 y .60 asistentes
5º Rebelión de los godínez – $30 y .60 asistentes
De lo que aconteció después, el escándalo mediático que generó Nuevo Orden, unos cuantos estrenos menores o independientes que quisiera destacar (y los que pasaron por el streaming) se leerá en la segunda entrega de este recorrido de la cartelera de cine mexicana 2020.